En los últimos años, los centros de datos submarinos han emergido como una innovadora solución para enfrentar los desafíos de la eficiencia energética y el espacio. Microsoft, con su Proyecto Natick, ha demostrado la viabilidad de esta tecnología al instalar un centro de datos en el fondo del mar cerca de las islas Orkney en Escocia. Este proyecto, iniciado en 2013 y operativo desde 2018, mostró resultados prometedores en términos de fiabilidad y sostenibilidad. Aunque Microsoft no planea construir más centros de datos submarinos, la experiencia adquirida será utilizada para mejorar sus instalaciones terrestres.
El Proyecto Natick de Microsoft se destacó por su uso de energías renovables, como la solar, eólica y mareomotriz, y por su eficiente sistema de refrigeración que utilizaba agua de mar. Los resultados fueron notables: los servidores en el centro submarino presentaron menos fallos que sus equivalentes terrestres y requerían menos mantenimiento. Además, la tecnología de gas de nitrógeno inerte y la constante temperatura del mar contribuyeron a estos buenos resultados. Microsoft considera estos aprendizajes como base para futuras innovaciones en la confiabilidad y sostenibilidad de sus centros de datos.
Por otro lado, China está llevando esta tecnología a un nuevo nivel con la construcción del primer centro de datos submarino del mundo que se espera tenga la capacidad de procesamiento equivalente a 6 millones de PC’s. Este centro de datos se ubicará en una parcela de 68,000 metros cuadrados bajo el mar, donde la refrigeración natural del agua reducirá significativamente el consumo energético. Cada una de las 100 unidades de almacenamiento, con capacidad de procesamiento de 60,000 ordenadores, promete una vida útil de hasta 25 años, subrayando la viabilidad a largo plazo del proyecto.
La iniciativa china podría marcar una revolución tecnológica, no solo por su escala y capacidad, sino también por su enfoque en la sostenibilidad. La refrigeración natural del agua permitirá ahorros energéticos masivos, lo que podría redefinir los estándares de eficiencia en la industria de los centros de datos. A medida que el precio de las parcelas terrestres continúa aumentando y la demanda de espacio sigue en ascenso, los centros de datos submarinos representan una solución futurista y sostenible para los desafíos actuales y futuros de la tecnología.